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Tecnología

Cómo algunos centros sanitarios están incorporando robots como herramienta terapéutica

Tecnología y cuidado humano se unen en una nueva era donde los robots sociales comienzan a desempeñar un papel clave

Se desarrolla tecnología para cuidar a los mayores. Fuente: Unsplash

Los robots sociales están comenzando a consolidarse como una herramienta innovadora y prometedora dentro del ámbito terapéutico. Su función no es reemplazar al personal de salud, sino complementar su labor ofreciendo compañía y apoyo emocional en contextos delicados. Ya se están utilizando en diversas áreas como el cuidado de adultos mayores con demencia, la asistencia a niños hospitalizados o el acompañamiento emocional a pacientes oncológicos durante sus tratamientos.

En Tarragona, España, la Universitat Rovira i Virgili ha lanzado el proyecto MyRobot en colaboración con la Generalitat. El objetivo es estudiar el impacto de los robots sociales en el bienestar de personas mayores, tanto con como sin deterioro cognitivo. En la residencia Llar Conca de Barberà, los residentes han tenido su primer encuentro con Nuka, un robot con apariencia de cachorro de foca. Su diseño peculiar basado en un animal poco familiar para la mayoría ayuda a evitar prejuicios y facilita la interacción afectiva con los usuarios.

En el panorama internacional, Japón destaca como uno de los países más avanzados en robótica aplicada al cuidado personal. Un ejemplo claro es la residencia Shin-tomi, en Tokio, donde el robot Pepper. Desarrollado por SoftBank, interactúa con ancianos mediante canciones de los años 70 y movimientos sincronizados de brazos. A pesar de sus limitaciones expresivas, Pepper puede reconocer emociones y animar a los residentes, brindando momentos de entretenimiento.

Además de acompañar emocionalmente a quienes viven solos o están en instituciones, los robots sociales podrían contribuir a aliviar la presión sobre los sistemas de salud. Tecnologías como el reconocimiento de patrones de movimiento pueden integrarse en la atención domiciliaria para detectar caídas o episodios de confusión en personas vulnerables, actuando de forma preventiva.

El desarrollo de estos dispositivos no solo mejora la calidad de vida de muchos pacientes, sino que también abre un nuevo debate sobre los aspectos éticos y sociales de su uso a gran escala. Iniciativas como MyRobot no solo evalúan su eficacia, sino que sientan las bases para una implementación responsable y sostenible en hospitales y residencias. En un futuro cercano, estos robots podrían convertirse en aliados imprescindibles en la atención sociosanitaria.

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