Telefónica ha dado un paso clave en su estrategia de crecimiento. La compañía ha contratado a AZ Capital, el banco de inversión fundado por Jorge Lucaya, para que le asesore en posibles adquisiciones dentro del sector de las telecomunicaciones en Europa. Uno de los movimientos que está analizando es la compra de Vodafone España, el tercer operador más importante del país.
Esta operación, que aún se encuentra en una fase muy inicial, podría tardar meses o incluso más de un año en materializarse. Sin embargo, marcaría un cambio profundo en el panorama de las telecomunicaciones españolas. Telefónica busca reforzar su posición y ganar escala en un mercado cada vez más competitivo.
Vodafone España fue adquirida en octubre de 2023 por el grupo británico Zegona por 5.000 millones de euros. La compra se cerró oficialmente en mayo de 2024, tras recibir la aprobación del Gobierno español.
Marc Murtra, presidente de Telefónica, ha insistido en la importancia de consolidar el sector dentro de cada país antes de mirar al mercado europeo en su conjunto. Según esta visión, una posible fusión con Vodafone generaría sinergias importantes y permitiría mejorar los márgenes operativos de forma significativa.
Un mercado en plena transformación
De concretarse la operación, el número de grandes operadores en España se reduciría de cuatro a tres: Telefónica, Masorange (la fusión de MásMóvil y Orange) y Digi. Esta concentración tendría varios efectos: menos rotación de clientes, menores costes comerciales y un entorno más estable para las inversiones.
En la actualidad, captar un nuevo cliente puede costar a una teleco hasta 400 euros, incluyendo instalación, router, descodificador y posibles subsidios en móviles. Reducir la competencia directa podría aliviar estos costes y permitir a las compañías centrarse más en mejorar los servicios que en pelear por cuotas de mercado.
Una operación de alto impacto
La posible integración de Vodafone y Telefónica sería una de las mayores operaciones corporativas en el sector español en los últimos años. No solo transformaría el equilibrio competitivo del mercado, sino que también podría aumentar notablemente el valor de las principales empresas del sector.
Aunque todavía es pronto para saber si esta operación se llevará a cabo, el simple hecho de que Telefónica esté estudiándola demuestra su intención clara de liderar la consolidación del mercado europeo, comenzando por casa.
